Se acerca la Navidad con todo lo que ella trae: primero el Sorteo de Lotería (con el que puede que dejemos de trabajar), después el temido boletín de calificaciones (que en algunos casos sería imprescindible que se hicieran invisibles) pero sobre todo el acontecimiento central de nuestra fe: el nacimiento de Cristo y con ello la misericordia del Padre que nos entrega a su hijo que se hace hombre por amor.